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¿Sabías que?

 

Richmond Golf Club

 

Reglas temporales para jugar al golf durante la Segunda Guerra Mundial, año 1940.

 

1. Se pide a los jugadores que recojan los fragmentos de bombas y metralla que se encuentren, para evitar que causen daños a las podadoras de césped y otras máquinas.

 

2. Durante la competición, mientras haya fuego cruzado o estén cayendo bombas, los jugadores podrán ponerse a cubierto sin penalización por abandonar el juego. 

 

3. La ubicación de bombas sin explotar estará marcada con banderas rojas a una distancia razonable, aunque esta no garantiza la total seguridad. 

 

4. Los fragmentos de bomba y/o de metralla localizados en la calle o en los búnkers, a una distancia inferior a un palo de la bola, pueden ser movidos sin penalización . No habrá tampoco penalización si en este proceso la bola se mueve accidentalmente. 

 

5. Una bola movida por la ación del enemigo puede ser remplazada en su lugar original. Si se perdiese o se destruyera, podrá ser dropada sin penalización pero no en una posición más cercana al hoyo. 

 

6. Si la bola está en un hueco producido por algún ataque, esta se podrá levantar y dropar sin penalización, nunca a menos de distancia del hoyo y manteniendo siempre la línea en dirección a éste. 

 

7. Un jugador cuyo golpe se vea afectado por la explosión de una bomba ,podrá jugar otra bola desde el mismo lugar pero tendrá una penalización de un golpe.

 

Ana Bolena: Belleza o Monstruo

 

Ana Bolena fue la segunda esposa del rey inglés Enrique VIII. Sobre ella han corrido ríos de tinta. Algunos afirmaban que era una mujer muy bella y otros, por el contrario, propagaban todo tipo de rumores acerca de malformaciones de su cuerpo. Uno de los rumores más populares que incluso actualmente es creído por gran parte de la gente es que Ana tenía seis dedos en una de sus manos. Esta historia se originó en el libro escrito por el católico Nicholás Sanders, unas décadas después de la muerte de la reina. Sanders afirmaba que Ana tenía un diente que sobresalía debajo de su labio inferior y que tenía seis dedos en su mano derecha. También afirmaba que tenía un quiste en su cuello que trataba de disimular luciendo collares.

Sin embargo, todas estas afirmaciones, incluso aquella que refería que Ana tenía tres pechos, se han puesto en duda llegando a la conclusión de que no eran reales. Sanders nunca conoció a Ana personalmente por lo que no podía saber con certeza si lo que contaba era real. Se cree que todas esta invenciones fueron una venganza de Sanders contra Isabel I , hija de Ana, que había ordenado el destierro de los católicos de Inglaterra.

En la época Tudor, habría sido muy difícil que una mujer con las deformidades que se le atribuían a Ana, hubiera podido enamorar a un playboy como Enrique VIII, además, en aquellos tiempos, cualquier deformidad física fuera de lo normal era visto como un signo de brujería y de maldad. Si Ana hubiese sido así, jamás habría sido aceptada en la corte.

Al contrario de lo que Sanders relata, las personas que en realidad la conocieron la describen como bien parecida e incluso algunos como hermosa, pero en ningún caso refieren deformidades físicas. Sin embargo, Ana tampoco era bella, entonces, ¿que vio Enrique VIII en ella para enamorarse locamente, hasta el punto de divorciase de su primera esposa para casarse con ella y convertirla en reina de Inglaterra, a sabiendas de que eso le supondría la ruptura definitiva con la iglesia Católica?. En un país en el que predominaban las mujeres rubias de ojos claros y tez casi blanca, Ana destacaba por sus ojos oscuros, su pelo negro que llevaba suelto y su tez morena. Pero lo que cautivaba de Ana no era su belleza, que no era excesiva, si no su fascinante personalidad, su inteligencia y su talento. Ana poseía lo que hoy llamaríamos “glamour”. Era culta, ingeniosa y refinada, cualidades que había aprendido durante su estancia en la corte de Francia como dama  de compañía de la reina Claudia, esposa de Francisco I. Estas cualidades volvieron loco al rey Enrique VIII pero no fueron suficientes para que algún tiempo después, el rey se deshiciera de ella al no haberle proporcionado herederos masculinos al trono. Ana fue acusada de adulterio e incesto, y por estos cargos, fue ejecutada en la Torre de Londres.

El origen del reino de Castilla.

 

El reino de Castilla fue en sus inicios un condado vasallo del reino de León que tuvo sus orígenes en el siglo IX. Este reino de León era el sucesor del antiguo reino de Asturias que a su vez fue el primer reino cristiano que se creó en la Península Ibérica tras la caída del reino visigodo de Toledo. 

 

En el año 1028, el último conde castellano, García Sánchez, es asesinado por el clan de los Vela. Los Vela eran una poderosa familia de origen visigodo asentada en tierras de Alava y enfrentada con el primer conde castellano, Fernán González, ya que éste les había desterrado y expulsado de sus dominios.

El asesinato se produce cuando el conde castellano se encontraba en León para casarse con una infanta de ese reino. Su temprana muerte deja el condado de Castilla sin heredero masculino y los derechos sucesorios recaen entonces en doña Muniadona, hermana de García Sánchez, ya que en Castilla se permitía que las mujeres pudiesen heredar, siempre y cuando no hubiese descendencia masculina directa.

Muniadona estaba casada con Sancho III “el mayor” rey de Navarra que tras enterrar a su cuñado, asume los derechos de su esposa al condado castellano. Sancho de Navarra emprende una expedición de castigo contra León por el asesinato de su cuñado, llegando a conquistar la capital de este reino por lo que considerándose soberano de la mayoría del territorio cristiano de la península ibérica, y siguiendo la tradición de origen visigodo, asume el título de “Imperator” que le confiere una dignidad superior y le autoriza a crear los reinos de Castilla y Aragón para sus hijos Fernando y Ramiro.

 

Cuando se produce la sucesión de Muniadona, los nobles de Castilla exigieron la garantía de que el condado no se incorporara al reino de Navarra por lo que Fernando, el segundo hijo de Muniadona y Sancho fue nombrado conde de Castilla. 

En el año 1030, los reyes Sancho y Muniadona procedieron en vida a hacer el reparto de su herencia entre sus hijos asignado a su primogénito García el reino de Navarra, a Fernando, el segundo hijo, se le asignó la herencia castellana de su madre creando para él el reino de Castilla. A Gonzalo, su tercer hijo, se le asignaron los señoríos de Sobrarbe y Ribagorza y a Ramiro, hijo natural de Sancho, muy apreciado por la reina Muniadona, los territorios del pirineo aragonés con el título de rey de Aragón.

 

El príncipe poeta que se casó con una lavandera.

 

Abul Casim Muhammad ben Abbas más conocido como Al Mutamid era hijo de Al-Mutadid, rey de la taifa de Sevilla. Nacido en 1040, llegó a la ciudad de Sevilla a los dos años de edad cuando su padre fue proclamado rey.

Creció en la corte rodeado de un ambiente en el que se alternaban las veladas de poesía con las orgías más desenfrenadas. Su padre, rudo guerrero, era un gran amante de la poesía e intentaba componer pero carecía del don necesario para ello. Nuestro protagonista, desarrolló también una gran afición por los versos y las odas ya que las había escuchado durante toda su infancia. Este amor a la poesía lo acompañaría toda su vida y en cierta forma marcaría su destino.

 

Con doce años de edad, y con la finalidad de que se curtiera como guerrero, su padre lo manda a la cabeza de una expedición que tenía como misión asediar el señorío musulmán de Silves para anexionarlo a Sevilla. La misión resulta exitosa y los nuevos reinos conquistados fueron puestos bajo el mando y la administración del joven príncipe guerrero que pasó a ser el gobernador.

Una tarde, cuando paseaba cerca de un río, Abul se inspiró en la superficie metalizada que este tenía y le vinieron a la mente unos versos: “La brisa convierte al río en una cota de malla…”. Como no fue capaz de terminarlos, le pidió a su compañero de paseo que lo hiciera por él pero tampoco pudo encontrar el final adecuado. De pronto, una voz surgió terminando el verso: “Que bella lóriga de guerra si el río se helara”. La rima produjo un gran agrado en el príncipe que quedó profundamente sorprendido al comprobar que la persona que había hablado era una joven lavandera. Ella, mujer y joven, solo osó hablar al príncipe pues este aparentaba ser un joven adolescente vestido  humildemente que paseaba por el río. Al príncipe guerrero le gustaba salir de incógnito sin guardia alguna y vestido como un humilde campesino por lo que era extremadamente difícil poder reconocerle. Sin identificarse ante la muchacha, le preguntó su nombre. La joven se llamaba Itimad pero era conocida como Rumaiquiya por ser esclava de Rumaiq ibn al Hayyay. Abul quedó muy sorprendido de que una esclava fuera capaz de elaborar tan profundos versos y le preguntó como era esto posible. Itamid contestó que se convirtió en esclava por las deudas de su padre pero que nació libre y recibió una buena educación. Entonces Abul, sintiéndose profundamente atraído por la muchacha, le prometió que se casaría con ella. Imitad sabía que siendo una esclava no tenía posibilidad de decidir cuál sería su destino. Además, el ropaje del joven poeta indicaba que era bastante pobre por lo que no tendrían ingresos con los que vivir. No obstante, al ver el convencimiento con el que el joven hablaba, Itimad prometió lo único que estaba a su alcance: vengo casi todos los días a lavar la río, al menos podremos vernos aquí.

Abul cumplió su palabra, compró a Rumaiquiya a su propietario y se casó con ella. Su amor por la lavandera fue tan grande que cambió su nombre a Al-Mutamid (que contiene escondida la raíz de Itimad) y la convirtió en su única esposa legítima. Durante toda su vida los esposos se amaron profundamente quedando este amor reflejado en numerosos poemas y versos.

 

Fuente: Wikipedia

    Reinas medievales españolas. Vicente Márquez de la Plata , Luis Valero de Bernabé

¿Sabes dónde se encuentra el primer altar que fue erigido a Santo Tomás Becket fuera de Inglaterra?

 

El primer altar en la cristiandad fuera de Inglaterra que tuvo Santo Tomás Becket, se erigió en la catedral de Toledo (España) por iniciativa de la reina de Castilla Leonor Plantagenet, hija de Enrique II rey de Inglaterra y de Leonor de Aquitania y esposa del rey castellano Alfonso VIII.

Tomás Becket fue un gran amigo de Enrique II de Inglaterra al que en primera instancia nombró canciller del reino. Posteriormente, como gratificación por su gran labor en las reformas administrativas y judiciales del reino, Enrique lo nombró Arzobispo de Canterbury  y primado de Inglaterra.

Tomás asumió su nuevo cargo con gran responsabilidad y plena independencia, cambiando incluso su forma de pensar hasta el punto que llegó a enfrentarse con el rey Enrique en su defensa a ultranza de los derechos de la iglesia sobre el poder real, aspecto este que enfurecía notablemente al rey inglés.

La fraternal amistad entre el rey y el arzobispo se tornó en un enconado enfrentamiento personal que llevó a la excomunión del primero y al destierro y posterior asesinato del arzobispo a manos de caballeros del rey, que creían cumplir así la voluntad muchas veces manifestada por Enrique: ”no habrá alguien que me libre de este cura entrometido”.

Como parte de su penitencia por la muerte de Becket, Enrique II debió hacer una peregrinación vestido con un saco a la tumba del arzobispo y acceder a enviar dinero a los estados cruzados en Palestina, el cual sería guardado por los caballeros hospitalarios o los caballeros templarios hasta la llegada de Enrique II para hacer uso de él en peregrinaciones o cruzadas. Posteriormente, fue azotado en público, desnudo, ante la puerta de la catedral de Avranches.

Parece ser que la reina Leonor de Castila, siendo una joven princesa en la corte de Inglaterra, había tratado mucho a Becket y lamentó profundamente su muerte de tal forma que cuando fue canonizado tan solo tres años después de su muerte por el papa Alejandro III, la reina Leonor ordenó erigir una capilla para él en la catedral de Toledo que hoy en día no se conserva. También quiso homenajear al antiguo amigo de su padre pidiendo que quedase plasmado en la Iglesia de San Nicolás de Soria el asesinato llevado a cabo en el atrio de la catedral de Canterbury. Así se hizo, y en las paredes de una de las capillas de esta iglesia, hoy en ruinas, se conserva entre sus frescos la representación de la muerte de Santo Tomás Becket.

Apenas a los cinco años de su muerte y dos de su canonización existía ya una Iglesia en Salamanca dedicada al culto de Tomás Becket.

Otra capilla dedicada a Tomás Becket se encuentra en Tarrasa (Barcelona), en la iglesia de Santa María del conjunto episcopal de Egara, con un magnífico fresco realizado sobre 1180.

La iglesia parroquial de Vegas de Matute, población de Segovia, está también dedicada a Santo Tomás de Canterbury, patrón del pueblo.

En el municipio de Layanaen las Cinco Villas (Zaragoza), el santo patrón de la villa es Tomás de Canterbury.

 

Fuente: Wikipedia

    Matrimonios hisopeo británicos en el medievo. Fernando de Ybarra

Poema de la reina Leodegundia

Leodegundia, la reina misteriosa

 

La reina Leodegundia fue la protagonista del poema matrimonial o epitalamio más antiguo de Europa que ha llegado hasta nuestros días. Se trata de una composición que consta de ochenta y cinco versos en el que con las letras iniciales de cada estrofa, se puede leer de arriba a bajo en acróstico la frase: “Leodegundia pulchra Ordonii filia” (Leodegundia, casta hija de Ordoño). La composición literaria es bastante sofisticada por lo que se considera que su autor debió ser un erudito conocedor de las reglas de la poesía y quizás un clérigo, por lo religioso y piadoso de la alabanza dedicada a la reina. 

Durante mucho tiempo se llegó a cuestionar la realidad histórica de este personaje pero finalmente fueron apareciendo documentos que atestiguaban su existencia. Lo que sabemos hoy en día es que Leodegundia era hija de Ordoño I de Asturias y de doña Nuña, una noble dama gallega, y hermana a su vez de Alfonso III.

Según nos indica su poema nupcial, se casó con un rey navarro cuya personalidad hoy en día desconocemos. Se trató de un doble enlace con el reino vecino ya que su hermano Alfonso, se casó también con una princesa navarra de nombre Jimena. Esta doble unión sirvió para consolidar los lazos entre los reinos cristianos de Asturias y Navarra, que en esa época luchaban contra la dominación musulmana, y para alejar a esta última de su tradicional alianza con los Banu-Qasi, una familia musulmana de origen godo-cristiano cuyos dominios situados en el valle medio del Ebro eran fronterizos con el reino de Navarra.

Existen muchas teorías acerca de quién puede ser ese rey que se casó con Leodegundia; podría tratarse de Sancho Garcés I, de Fortún Garcés o bien de García Iñiguez, que es de hecho la opción más aceptada. García Iñiguez ascendió al trono sucediendo a su padre Iñigo Arista (considerado el primer rey navarro) en el año 857 y fue hecho prisionero por los normandos en el año 859. Para su rescate se solicitaron 70.000 monedas de oro, cantidad muy elevada que el reino de Navarra no podía costear. Parece que dicho rescate fue pagado, por lo menos en parte, por el reino de Asturias lo que vendría a confirmar la existencia de fuertes lazos con este reino, que llevarían al posterior matrimonio de este rey navarro con la princesa Leodegundia. 

Con independencia de quien haya sido finalmente el marido de Leodegundia, lo que es cierto es que a partir de este momento comenzarán una serie de uniones entre las familias reales de los reinos cristianos de la península ibérica (dejando de lado las tradicionales uniones con los Banu-Qasi y con los gobernantes del Emirato de Córdoba), que consolidarán los lazos familiares que posteriormente facilitarán las relaciones entre estos reinos y su unión para la lucha contra el enemigo común.

 

Fuente: Reinas medievales españolas, Vicenta Márquez de la Plata, Luis Valero de Bernabé

    Wikipedia

El Miramamolín y su influencia en el escudo de España.

 

 

Miramamolín fue una denominación popular con la que los cristianos de la península ibérica designaban a los califas almohades durante la dominación musulmana. El sobrenombre deriva de la dificultad para leer y pronunciar el título islámico que tradicionalmente se asociaba a estos califas: “amin al-mu`minin” que significa príncipe o emir de los creyentes.

Aunque este título se asocia a todos los califas almohades, fue Muhammad al-Nasir, caudillo musulmán de la batalla de las Navas de Tolosa, quien más lo popularizó.

Cuenta la historia que en la madrugada del 16 de julio de 1212, los ejércitos cristianos al mando de Alfonso VIII de Castilla, Sancho VII de Navarra y Pedro II de Aragón, estaban formados para la batalla.

Las tropas almohades se situaron en forma de media luna. En el medio de la formación, se elevaba sobre una loma la tienda color carmesí del Miramamolín rodeada de filas de fuertes cadenas a las que estaban atados diez mil soldados negros fuertemente armados con picas largas, formando entre todos un castillo humano de difícil asalto.

 

 

La batalla de prolongó durante todo el día. En algunos momentos pareció que el desenlace iba a ser desfavorable a los cristianos pero hacia el mediodía, la presión musulmana comenzó a ceder gracias a las deserciones.

El rey de Navarra fue el primero en romper las cadenas de la tienda real permitiendo la entrada de las tropas que vencieron a la temible guardia negra del Miramamolín. Este, viendo que todo estaba perdido, abandonó precipitadamente el campo de batalla montado en un burro. Después de esto, el califa almohade saldría de Al-Andalus a donde no volvería nunca más.

Los victoriosos ejércitos cristianos que habían luchado bajo el estandarte de la Vírgen María y de la Cruz celebraron la victoria con un Te Deum de agradecimiento.

El rey de Navarra recibió como parte de su botín de guerra, las cadenas que tan bravamente rompió y la esmeralda que lucía el  Miramamolín que según la leyenda, el propio rey Sancho arrancó del turbante del califa. Las crónicas de la batalla no indican nada sobre esta esmeralda y hay incluso quien asegura que dicha joya es de origen Colombiano, por lo que difícilmente podría haber sido arrancada del turbante del califa. Tampoco esto se puede afirmar rotundamente debido a que esta suposición se basa únicamente en la inspección visual de la gema, ya que nunca se han realizado estudios geológicos que corroboren esta teoría. Sea como fuera la historia, el caso es que tanto las cadenas como la esmeralda se incorporaron al escudo de Navarra. 

El rey de Castilla, que había comenzado a usar un castillo en su escudo, añadió tres torres a la principal, en recuerdo de las que tuvo que conquistar antes de celebrar la batalla. Finalmente, la unión de todos los reinos peninsulares excepto Portugal configuró el escudo español tal y como lo conocemos, con las cadenas, la esmeralda y las tres torres, todo como homenaje y recordatorio de la gran victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa que supuso el inicio del fin de la dominación musulmana en la península ibérica.

Fuente: Wikipedia

 Matrimonios Reales Hispano Británicos en el Medievo. Fernando de Ybarra

 

¿Sabías qué es una Carta Puebla?

 

 

 

Las Cartas Pueblas eran documentos cuya finalidad consistía en conceder una serie de privilegios y concesiones a determinadas ciudades o poblaciones, con el objetivo de fomentar la repoblación de los territorios reconquistados a los musulmanes. Fueron otorgadas por los reyes cristianos y por los grandes señores y magnates eclesiásticos de la península Ibérica en la época de la Reconquista.

Con estos privilegios se pretendía estimular y fomentar el sistema de repoblación conocido como “presura” mediante el cuál, se otorgaban tierras a los campesinos que se comprometiesen a establecerse en ellas y trabajarlas. El problema radicaba en que normalmente se trataba de tierras fronterizas recientemente arrebatadas a los musulmanes y con poca protección ante nuevos ataques. La vida en la frontera en esa época era especialmente difícil por lo que como aliciente adicional a la posesión de las tierras, los campesinos que decidiesen establecerse en ellas tenían un status de hombres libres. Muchos de los colonos que se instalaron en estas zonas eran mozárabes (cristianos que habían permanecido en los territorios conquistados por los musulmanes) mientras que otros llegaban desde los territorios cristianos del norte, atraídos todos por las excepcionales ventajas y condiciones que se les ofrecía.

¿Sabías quién fue el primer rey inglés en utilizar este escudo de armas?

 

Fue Eduardo III

La muerte del rey francés Carlos IV sin descendencia directa masculina, plantea en este país un problema sucesorio al extinguirse la línea directa masculina de la dinastía de los Capetos. Al regir en Francia la ley sálica por la cual las mujeres no podían acceder al trono, la corona recae en el primo hermano de Carlos IV, Felipe de Valois. Eduardo, como hijo de Isabel de Francia, hermana del ultimo rey Capeto, pretende tener mejores derechos al trono que la rama Valois, pues argumenta que aunque las mujeres no pueden reinar, si pueden transmitir sus derechos a sus hijos y por tanto reclama la corona de Francia para él. Lógicamente esto era algo inadmisible para los franceses, porque supondría pasar a depender de un rey inglés y por tanto la propuesta no prosperó. Esto dio lugar al inicio de una contienda que sería muy importante durante la Edad Media y que fue conocida como la Guerra de los Cien Años. Desde ese momento, los reyes ingleses incorporaron las flores de lis, emblema de la monarquía francesa a sus escudos.

¿Sabías quienes eran los “écorcheurs” o “desholladores”?

 

 

Con el término “écorcheurs” o “desolladores” se denominó durante la baja Edad Media a los grupos de soldados mercenarios que luchaban en las guerras Europeas siempre en el bando del mejor postor. El término peyorativo proviene de su afición al pillaje, la destrucción, el saqueo y a su bárbaro comportamiento con los habitantes de las regiones que arrasaban. Solo pronunciar su nombre provocaba auténtico terror entre la población.

 

Cuando eran empleados para la guerra, era imprescindible mantenerlos bien alimentados y pagados para evitar saqueos en las ciudades. El problema se presentaba en el momento en que no tenían conflictos para “entretenerse”; entonces vagaban por los países arrasando todo lo que encontraban a su paso y aterrorizando a la población civil. Esta situación se convertía en un verdadero problema para el país que en ese momento los alojaba, pues no había fuerza militar alguna que pudiera frenarlos.

Se cuenta que en una ocasión, el Emperador y el duque de Austria pidieron ayuda a Francia para hacer frente a los rebeldes montañeses suizos que siempre estaban dispuestos a levantarse contra el poder del Imperio. El rey Carlos VII se comprometió a ayudar al Emperador enviando un ejército francés a luchar contra los suizos. Carlos vio en este empresa la oportunidad de librarse de los “écorcheurs” que estaban asolando Francia. Para estos hombres turbulentos y sanguinarios, la posibilidad de una gran botín de guerra era música para sus oídos por lo se aprestaron rápido para la batalla. Los germanos prometieron alegremente pagar y alojar a este “ejército” durante diez meses.

El mando de la campaña se entregó al delfín Luis de Francia que se convirtió en el Príncipe de los “écorcheurs”. Sus tropas estaban formadas por gascones, bretones, españoles, lombardos, germanos, valones e incluso ingleses. 

Las tropas del Delfín impusieron el terror por donde pasaban. Un testigo escribía a propósito de esto: “ He visto y oído crueldades y atrocidades jamás vistas u oídas. Sería imposible imaginar las torturas que los “écorcheurs” han infligido a la pobre gente que cayó en sus manos”. 

 

Los pueblos eran arrasados, los depósitos de géneros eran totalmente destruidos así como los molinos y los aperos de labranza. 

Finalmente el Delfín se alzó con la victoria.  Cuando recibió a unos emisarios del Emperador, estos declararon que “su Majestad Imperial se había estremecido hasta las entrañas ante el espantoso ejército de bárbaros y salvajes que los franceses habían soltado por las tierras del Imperio”. Resulta muy significativa esta afirmación en una época en que la gente estaba acostumbrada a la guerra y a las barbaridades, pues convivía habitualmente con ellas. Ahora se comprende el por que del calificativo de “desolladores”.

 

Fuente:     Wikipedia

        Luis XI, Paul Murray Kendall. Editorial juventud

¿Sabías que?

 

La espada de Francisco I rey de Francia, enemigo implacable del emperador Carlos I de España, fue capturada al hacer prisionero al rey Francés en la batalla de Pavía en la que se enfrentaron por el dominio de las posesiones italianas. La espada permaneció en España durante 283 años hasta el 31 de marzo de 1808, fecha en que fue entregada en Madrid al ejército invasor francés para hacérsela llegar a Napoleón Bonaparte, quien había manifestado su interés en tenerla. Fernando VII, deseoso en aquellos momentos de obtener el favor del emperador, autorizó dicha devolución. Incluso Napoleón reprendió a Murat por aquel acto innecesario de provocación al pueblo español consentido por el joven Borbón.

¿Sabías que durante la baja Edad Media se desarrollaron combates bajo tierra?

 

El arte de la zapa en las batalles medievales

 

La técnica de la zapa o excavación de túneles en la guerra, fue introducida en Europa desde oriente en el siglo XIII durante las cruzadas, y se utilizó para el sitio y asedio de ciudades. Consistía en excavar un túnel en el punto más débil de una fortificación. Las paredes de este túnel se apuntalaban con soportes de madera que, en

momento adecuado, serían incendiados para que el túnel se viniera abajo y destruyera las murallas. Los túneles debían ser por tanto muy grandes para poder derribar las murallas más inaccesibles.

Pero, ante la aparición de un túnel hecho por los sitiadores de una ciudad, ¿qué podían hacer los sitiados en respuesta?. La manera más eficaz de defenderse consistía en realizar otro túnel similar al de los atacantes para interceptarlo y conseguir derrumbarlo antes de que llegara a las murallas y las dañara. Ocasionalmente se producía el hecho de que dos túneles enemigos se encontraban ofreciendo la oportunidad de realizar una versión subterránea de la batalla. El encuentro, debido a las dificultades que planteaba, era muy estimado por caballeros y escuderos, pues era una forma de demostrar su valía personal y su arrojo en la batalla. 

Por supuesto, bajo tierra también regían las normas de caballería. Si dos caballeros se encontraban frente a frente, lucharían con cualquier arma hasta que uno de ellos admitiera la derrota o se llegara a un punto muerto. Se consideraba que este combate tenía tal prestigio y peligrosidad, que se decía que los que libraban este tipo de encuentros, se convertían automáticamente en hermanos de armas aunque perteneciesen a bandos distintos. Como ejemplo más significativo tenemos el que ocurrió durante el largo y prolongado sitio de la ciudad francesa de Melun por parte de las tropas inglesas de Enrique V. El propio Enrique V luchó a caballo con el capitán de la guarnición sitiada, el señor de Barbazán, dentro de uno de estos túneles. Cuando finalmente cayó la ciudad en manos inglesas, Enrique anunció su intención de ejecutar a Barbazán por rebelde. Este le respondió invocando la ley de caballería y reivindicando que eran hermanos de armas por haber combatido en una mina, y que por ello, debía perdonarle la vida. Enrique, como buen caballero que era, aceptó la validez de su defensa y se abstuvo de ejecutarlo.

 

Fuente: Juliet Barker, “Agincourt el arte de la estrategia”

 

¿Sabías que rey participó en una batalla siendo ciego?

 

Juan de Bohemia. El rey ciego que combatió en Crécy

 

Sin duda, uno de los personajes más singulares de la Edad Media fue Juan, rey de Bohemia y duque de Luxemburgo apodado “el ciego” porque se quedo sin vista por culpa de unas cataratas.

Juan era hijo del emperador Enrique VII conde de Luxemburgo y de Margarita de Brabante. Su título de rey de Bohemia lo adquirió por su matrimonio con Isabel, hija de Wenceslao II y hermana de Wenceslao III último soberano checo.

Juan carecía totalmente de vocación política. Era ante todo un guerrero obsesionado con los ideales de la caballería y deseoso de entrar en batalla en cualquier momento (aspecto este que me recuerda mucho a Ricardo Corazón de León). Pasó la mayor parte de su tiempo en sus posesiones del ducado de Luxemburgo cercanas a Francia. Mantuvo la tradicional alianza de los duques de Luxemburgo con Francia, aliándose con Felipe VI cuando comenzó la Guerra de los Cien años.

Un aspecto que marcaría su vida fue su pérdida de visión provocada por unas cataratas. Cuando empezó a tener este problema, decidió consultar a los mejores médicos y oftalmólogos de la época. El primero fue un médico francés pero como no supo o no pudo hacer nada para aliviar el mal del rey, este ordenó que lo metieran atado a un saco y que lo echaran al río ( vaya carácter que se gastaba el rey). Otro fue un médico árabe que conociendo el fatal destino de su predecesor, exigió la firma de un documento en el cual se hacía constar que en el caso de no poder hacer algo para mejorar el estado del rey, se le permitiese volver a su país sano y salvo. Tampoco pudo aliviar el mal del rey, pero gracias a su habilidad, pudo conservar su vida. En 1336, aprovechando un viaje a Aviñón con el rey de Francia, acudió a Montpellier a visitar a Guy de Chauliac, el mejor cirujano de la Edad Media. Guy llegó a la conclusión que eran cataratas, pero decidió no operarlas por el riesgo que ello suponía. Como nos podemos imaginar, Juan no quedó nada contento con la atención médica recibida, más no se atrevió a hacerle nada al prestigioso cirujano. Finalmente el rey se quedó ciego.

A pesar de su ceguera, Juan siguió siendo un caballero a la antigua usanza. Su mayor placer era la guerra y por tanto no pudo resistirse a participar en la batalla de Crécy de la Guerra de los Cien Años, como aliado del rey de Francia, contra los ingleses comandados por Eduardo III. Todo eso a pesar de tener casi 50 años y estar totalmente ciego.

El día de la batalla, Juan se presentó como un noble caballero en las filas del rey Felipe VI de Francia. Ordenó que le llevaran al centro de la batalla. Dos de sus caballeros hicieron las veces de lazarillos atando sus monturas a la del rey para poder guiarlo. Repartiendo golpes al aire con su espada sin ton ni son, ordenó a sus guías cargar contra el enemigo y fueron tan lejos, que se les perdió de vista y nunca más se supo de ellos. Por supuesto, Juan murió aquel día en el campo de batalla.

Sitio arqueológico de Raqchi. 

 

Raqchi es un complejo arqueológico situado en el distrito de San Pedro, en la provincia de Canchis en Cuzco Perú. Se trata de un santuario Inca construido por el noveno Inca Pachacutec y dedicado al dios Viracocha.

La estructura más importante del sitio arqueológico de Raqchi es el Templo de Viracocha, una enorme estructura rectangular de dos pisos que mide 92 metros de largo por 25.5 de ancho.2 La estructura la compone una pared central de adobe de entre 18 y 20 metros de altura, con una base de piedra andesita. Cuenta con ventanas y puertas, está flanqueada a ambos lados por una hilera de 11 columnas circulares con la parte inferior en piedra y la superior en barro.

Antes de su destrucción por los españoles, el templo tenía lo que se cree, el mayor techo en el Imperio incaico, teniendo su cúspide en la pared central que se extiende sobre las columnas y unos 25 metros (82 pies) más allá de cada lado. Las grandes proporciones del templo, y su prominencia en el sitio explican por qué a todo el complejo también se denomina como el Templo de Viracocha. Hacia el oriente del templo de Viracocha existen 156 colcas o almacenes de planta circular con 8 m de diametro y 4 m de altura, ubicadas en líneas paralelas. Estos almacenes fueron utilizados para guardar granos como el maíz, la quinua, papa, chuño, pescado seco traído de la costa, carne seca de alpaca, traída desde la meseta del collao, que se utilizaban para fines ceremoniales y para abastecer el imperio. Los depósitos también son únicos ya que a diferencia de otras estructuras en todo el imperio no son cuadrados.

 

¿Sabías dónde fue encontrado este casco y a quien se le atribuye?

 

En Sutton Hoo, lugar situado en Suffolk Reino Unido, en el que se encontraron en 1939, restos de un barco funerario del siglo VII así como diversos artefactos.

Sutton Hoo ha sido de vital importancia para los historiadores de la Edad Media ya que aportó información sobre ese periodo en Inglaterra; periodo que hasta el hallazgo estaba muy poco documentado. Es uno de los descubrimientos arqueológicos principales de todo el Reino Unido por su antigüedad, tamaño, rareza e importancia histórica.

 

Aunque no está totalmente demostrado, el casco se considera que perteneció a Redevaldo de East Anglia, hijo de Tytila. Fue rey de los Anglos del Este desde el 600 hasta el año de su muerte en el 624. Aproximadamente a partir del 616, se convirtió en el gobernante inglés más poderoso al sur del río Humber, colocando mediante la acción militar a una persona de su confianza en el trono de Northumbia. Fue el primer gobernante de Eastanglia en recibir una educación cristiana y el bautismo (de la misión de Canterbury).

¿Sabías qué “París bien vale una misa”?

 

 

El 25 de julio de 1593, Enrique de Borbón, futuro Enrique IV de Francia, se convierte al catolicismo para poder acceder al trono de Francia.

A menudo es considerado por los franceses como el mejor monarca que ha gobernado su país, siempre intentando mejorar las condiciones de vida de sus súbditos. Se le atribuye la frase: «Un pollo en las ollas de todos los campesinos, todos los domingos», que simplifica perfectamente su política de hacer feliz a su pueblo, no sólo con poder y conquistas, sino también con paz y prosperidad. Es el referente de los monárquicos franceses, los cuales le realizan todos los años un homenaje frente a su estatua del Pont Neuf (Puente Nuevo) de París el día de su entrada a la ciudad.

¿Sabías como se volvió loco el rey Carlos VI de Francia?

 

Carlos VI era hijo de Carlos V, uno de los mejores reyes que ha tenido Francia.  Carlos V fue un hombre muy culto, gran amante del arte y de la lectura. Fundó la primera biblioteca real de Francia que fue instalada en el Louvre. Al mismo tiempo, fue un gran gobernante que consiguió recuperar la maltrecha situación por la que atravesaba el país, después de la derrota francesa en la batalla de Poitiers y del cautiverio inglés del rey Juan II. Pero como muchas veces ha sucedido a lo largo de la historia, a un gran rey le sucede un hijo mediocre. En el año 1380, Francia cae en una grave situación al morir de golpe los dos pilares que mantenían el país a flote: El propio Carlos V y el gran militar Bertrand du Guesclin.

La corona recae entonces en Carlos VI, un niño de tan sólo 10 años manejado por sus poderosos tíos: Luis de Anjou, Juan de Berry y Felipe “el audaz” duque de Borgoña. El mayor interés de los tíos del rey era mantener al joven monarca como un rey títere, de manera que  pudieran así incrementar ellos su poder personal. Hicieron todo lo posible por llenar la vida de Carlos de lujo y diversión para que este no demostrara interés alguno en gobernar. A pesar de que a los catorce años podía haber sido declarado mayor de edad para gobernar, Carlos se mantuvo en su vida de diversión hasta los veinte años, momento en el cual expresó su deseo de gobernar personalmente. Pero este entusiasmo inicial le duró poco. Debido a una vida continuada de excesos y placeres, Carlos era una persona de constitución débil. Había sufrido fiebres muy elevadas que le provocaron convulsiones que muy probablemente dañaron su cerebro.

El primer episodio de su psicosis se registró en 1392, cuando su amigo y consejero, Olivier V de Clisson, fue víctima de un intento de asesinato. Aunque Clisson sobrevivió, Carlos estaba resuelto a castigar a quien había pretendido ejecutar el crimen, Pierre de Craon, que se había refugiado en Bretaña. Algunos contemporáneos dijeron que el rey ansiaba febrilmente comenzar la campaña y que su forma de hablar era confusa. Carlos partió con un ejército el 1 de julio de 1392. El avance fue lento, lo que le provocó una impaciencia frenética.

Mientras viajaban por el bosque durante una calurosa mañana de agosto, un leproso descalzo y vestido con harapos blancos llegó corriendo hasta el caballo del rey y sujetó sus riendas. «¡No cabalgue más, noble rey!», le gritó. «¡Dé la vuelta! ¡Está siendo traicionado!». La guardia real lo obligó a retirarse pero no lo arrestaron, y el pobre hombre siguió al cortejo real durante media hora más gritando sus advertencias.

La compañía salió del bosque al mediodía. Un paje que estaba somnoliento por el sol, dejó caer la lanza del rey, la cual golpeó ruidosamente contra el acero del casco que llevaba otro paje. Carlos se estremeció, sacó su espada y gritó: «¡A la carga contra los traidores! ¡Desean entregarme al enemigo!». El rey espoleó su caballo y comenzó a blandir su espada hacia sus compañeros, peleando incluso con su chambelán. Un grupo de soldados pudo bajarlo de su montura y acostarlo en el suelo. Carlos se quedó quieto y no reaccionó, cayendo en coma. El rey habría matado, por lo menos, a un caballero de su séquito. Después de esto el rey nunca se recuperó del todo. Tendría períodos de lucidez seguidos de grandes lapsos de locura lo que no permitió incapacitarlo del todo y nombrar un regente. El resultado fue un desastre para el gobierno. Las continuas peleas de los tíos del rey por apoderarse del poder y la aparición de un nuevo personaje (tan ambicioso o más que sus propios tíos) Luis de Orleans, hermano del rey, tendrían una funesta consecuencia para Francia que se vería involucrada en una sangrienta guerra civil. La lucha entre los Borgoñones liderados por Juan sin Miedo (tío de Carlos VI) y los Armagnac, capitaneados por Luis de Orleans (hermano del rey) arruinaron por completo a Francia permitiendo a los ingleses adueñarse de la mayor parte del país.

¿Sabías que tienen en común el arco galés, la Guerra de los Cien Años y el famoso insulto de la peineta?

 

La primera relación esta clara, el arco galés fue el arma definitiva utilizada por los ingleses para las grandes victorias en las batallas de Crecy, Poitiers y Agincourt en la guerra de los Cien Años.

Como su propio nombre indica, fue creado por los galeses. Los ingleses se apropiaron de este invento durante las campañas de Eduardo I en Gales, y perfeccionaron su uso en las guerras escocesas por lo que también es conocido como arco inglés.

Medía aproximadamente 1,80 m de largo y arrojaba flechas de unos 90 cm. Un hábil arquero podía tirar una flecha con gran precisión a una distancia entre 280 y 320 metros dependiendo de su destreza. Su alcance era el doble que el de una ballesta tradicional pero más manejable. Durante el tiempo que se necesitaba para cargar y disparar, una ballesta, un arquero podía arrojar entre 5 o 6 flechas a una mayor distancia. 

Los arqueros se convirtieron por tanto en la peor pesadilla del mejor cuerpo de guerra Francés de la época, la caballería pesada. La caballería francesa la formaban poderosos nobles que eran los únicos que podían permitirse las costosas armaduras para ellos y sus monturas. Pero a pesar de todo el hierro que vestían, los arqueros ingleses usaban unas flechas de “punta de cincel”(con forma de pirámide larga y punteada) que lograba atravesar las corazas y partir las cotas de malla. En esa época, casi todas las heridas de flecha resultaban mortales pues resultaba muy difícil sacar la flecha y las heridas solían infectarse (a esto ayudaba también el hecho que las clavaran en el suelo antes de disparar, aunque no se cree que fueran conscientes del daño que provocaban con ese gesto), aunque lo que si solían hacer era unir la punta de la flecha a la madera con una gota de cera, de este modo, la punta se quedaba dentro al intentar extraerla. Hubo médicos de la época que desarrollaron pinzas especiales sólo para sacar puntas de flecha aunque el método más usado era el de atar a la flecha un trapo, remojado en agua hirviendo u otra sustancia de esterilización, traspasarlo y empujarlo por la herida de la víctima y sacarlo por el otro lado.

Por tanto, si el arco galés era un arma tan efectiva, ¿por qué no fue incorporada por las franceses a su ejército?.

Los arcos largos son difíciles de dominar porque la fuerza requerida para conseguir su tensión es muy grande. Se necesitaban hombres altos y fuertes con muchos años de práctica para conseguir su rápido y eficaz uso en el combate. Los esqueletos de los arqueros de tiro largo eran reconocibles por sus deformidades, con los brazos izquierdos agrandados, y a menudo la descalcificación de los huesos de las muñecas izquierdas, los hombros izquierdos y los dedos derechos. Por otro lado, los arcos se fabricaban con madera de tejo que sólo crecía en las islas británicas. Por todo esto, los franceses nunca utilizaron estos tipos de arco en batalla.

Dicho esto, a continuación viene la relación con el insulto de la peineta.

La guerra de los Cien Años fue un conflicto bélico feudal que enfrentó a Francia e Inglaterra durante 116 años. Como hemos visto, el arma secreta que marcó la diferencia a favor de los ingleses en las grandes batallas de Crecy, Poitiers y sobre todo en Agincourt fue el arco galés.

Para hacernos una idea, en el campo de batalla de Agincourt, los “arqueros del Rey” lo formaban un total 3.771 arqueros, lo que suponía que en un minuto, podían disparar unas 40.000 flechas sobre las líneas Francesas . Aparte de la carga letal que esta lluvia de flechas tenía, también lograban un aterrador efecto psicológico entre las líneas del enemigo que se veían masacrar sin que estos pudieran hacer nada para evitarlo, pues el alcance de una ballesta apenas llega a la mitad y la velocidad disparo es de tan solo 1 disparo por minuto.

No es de extrañar por tanto el odio que los franceses, especialmente los nobles, sentían por los arqueros. Cuando un arquero era capturado, los franceses le cortaban el dedo índice y corazón de la mano derecha (los “dedos del arco”) y luego los devolvían a sus filas. Se dice que el gesto de estirar un dedo hacia arriba a modo de insulto o desafío (la peineta) viene de los gestos de desprecio que los arqueros que no habían sido capturados, hacían a los franceses mostrándoles los dedos que no les habían podido cortar. También proviene de aquí el gesto de poner los dedos en “V” invertidos (gesto ofensivo entre anglo-sajones) por el mismo motivo que el anterior.

¿Sabías que Juana de Arco fue vendida a los ingleses por más de mil monedas de oro?

 

Juana de Arco, la doncella de Orleans, fue capturada por las tropas borgoñonas de Felipe el Bueno el 23 de mayo de 1430 en el asedio de la ciudad francesa de Compiègne. 

 

Durante una arriesgada salida de la ciudad sitiada, Juana y sus compañeros se encontraron con una coalición borgoñona muy fuerte. Los franceses consideraron retroceder a la ciudad sitiada de nuevo pero Juana no estaba dispuesta a retirarse y solo pensaba en atacar.

Este fue el momento en el que Guillaume de Flavy, capitán de la ciudad, cometió el error más grande de su vida, lo que le costó muchas críticas y acusaciones. El hecho es que, ante una predecible derrota, se atemorizó y con el propósito de proteger la ciudad para no perderla, ordenó cerrar las puertas de la ciudad de Compiègne, con lo cual ya nadie más podría volver a entrar.

En este momento, Juana asumió las riendas de la batalla y se puso al frente con la mayor bravura. El enemigo vio con astucia que los armagnacs estaban en inferioridad de condiciones quedando a merced de ellos y dieron órdenes de tratar capturar a toda costa a Juana. Ella, a su vez, mostró gran resistencia, pero fue sorprendida por cinco o seis hombres de los cuales, uno le puso la mano encima mientras los otros sostenían el caballo y le gritaban que se rindiera, aunque sólo consiguieron negativas de Juana en medio del forcejeo.

Los compañeros de Juana intentaron poner medios para recuperarla, pero un arquero borgoñón la consiguió desenganchar del caballo definitivamente y Juana tuvo de rendirse finalmente al Bastardo Lionel de la Vandonne, vasallo del duque de Luxemburgo, Jean de Luxemburgo quien formaba parte de las tropas de Felipe el Bueno duque de Borgoña.

Durante más de un año y medio, Juana permaneció prisionera de los borgoñones. Los ingleses querían tenerla en sus manos a toda costa pues no estaban seguros de la frágil lealtad de Felipe de Borgoña y temían que un cambio en las alianzas del duque, este utilizara a la doncella en contra de los ingleses y a favor de los franceses.

Su idea era hacerla examinar por un tribunal eclesiástico que la declarara como bruja y la condenara a la muerte. Pensaban que la muerte de la doncella elevaría la moral de las tropas inglesas y se invertiría la racha de victorias de los franceses.

La presión inglesa surgió efecto y el 3 de enero de 1431, Felipe vendió a Juana por más de mil monedas de oro. Los ingleses la trasladaron a Ruan donde rápidamente comenzó su juicio. El interrogatorio de Juana duró cinco meses. La doncella no tenía muchas elecciones: si se declaraba culpable sería encarcelada de por vida, y si no confesaba, sería quemada en la hoguera. Como Juana nunca admitió que fuera bruja, finalmente la declararon culpable de herejía y fue quemada viva en la plaza pública de Ruan.

Los ingleses habían conseguido lo que querían pero no fueron capaces de ver que habían cometido su mayor error, y que este les llevaría a partir de ese momento a peder casi todas sus campañas en la Guerra de los Cien Años. Lo que inicialmente pretendían, era desacreditar a Juana ante los franceses para que su moral quedara debilitada al conocer que habían estado siguiendo a una bruja. Sin embargo, al declararla culpable y quemarla por bruja, la convirtieron en una mártir de la causa francesa y consiguieron el efecto contrario al que pretendían reforzando el sentimiento patriótico de los franceses. Estos se convencieron aún más de que la misión de Juana había sido sagrada y que por tanto Dios estaba con ellos. 

A pesar de que los ingleses fueron los que ajusticiaron a Juana, tanto Carlos VII como el resto de los jefes franceses fueron igualmente culpables de que Juana fuera quemada en la hoguera pues en ningún momento movieron un solo dedo en su defensa. No hicieron esfuerzos por salvarla y ni siquiera ofrecieron un rescate por ella, habida cuenta que probablemente la oferta económica habría sido muy bien recibida por Felipe el Bueno, que siempre se arrimaba al sol que más calentaba. Parece mentira que Juana, que tanto hizo por Francia cuando ésta estaba casi al borde de la conquista por parte de los ingleses, recibiera como pago de sus propios compañeros y del rey que ella ayudó a coronar, una total indiferencia.

¿Sabías cuál fue el único Príncipe de Gales que falleció en batalla?

 

Fue Eduardo de Westminster, Príncipe de Gales hijo de Enrique VI que falleció en la batalla de Tewkesbury.

La Batalla de Tewkesbury en Gloucestershire, tuvo lugar el 4 de mayo de 1471 y completaba una fase de la llamada guerra de las Dos Rosas. Supuso el fin, de forma temporal, a las pretensiones de la Casa de Lancaster de ascender al trono de Inglaterra. A esta batalla le siguieron catorce años de paz, hasta la llegada de Enrique Tudor que zanjaría el problema entre las dos dinastías definitivamente.

Poco antes de la batalla, el rey Enrique VI de Inglaterra, perteneciente a la Casa de Lancaster y mentalmente inestable, había sido depuesto por segunda vez por su rival, Eduardo, perteneciente al partido yorkista, quien, a lo largo de su carrera militar, nunca fue derrotado en batalla. Que Enrique fuera depuesto fue debido a la interferencia de Ricardo Neville, Conde de Warwick, apodado "El Hacedor de Reyes", quien primero había apoyado a Eduardo y, debido a desavenencias con éste, posteriormente prestó su ayuda a Enrique. Warwick ya había fallecido (murió en la batalla de Barnet, que tuvo lugar tres semanas antes) y el resto de las fuerzas de los Lancaster estaban lideradas por Margarita de Anjou, reina consorte de Enrique VI, y su hijo de diecisiete años, Eduardo de Westminster, Príncipe de Gales. Margarita, que había desembarcado en Inglaterra tras la impactante noticia de la derrota de Warwick, pudo reunir sus fuerzas con las de su aliado, Jasper Tudor (tío de Enrique Tudor) y pensaba que tenía una oportunidad contra el ejército del rey Eduardo. Su única esperanza consistía en cruzar el río Severn en Gloucester pero, este acceso fue denegado por el gobernador de la villa y del castillo, el yorkista Sir Richard Beauchamp.

Margarita dependía fuertemente del Duque de Somerset, Edmundo Beaufort, el único comandante experimentado que quedaba en sus filas. Sin embargo, su habilidad militar no era comparable con la del rey. El bando real era superior en artillería y, Edmundo, desplegándose en un terreno rodeado de setos y bosque, calculó mal su posición, facilitando que el hermano menor del rey, Ricardo, Duque de Gloucester (el que más tarde se convertiría en Ricardo III de Inglaterra), pudiese atacar su flanco. En un despliegue de habilidad táctica, el rey Eduardo posicionó un grupo de aproximadamente doscientos lanceros con el propósito de realizar una emboscada a la retaguardia de los Lancaster. El pánico se apoderó del bando de los Lancaster que se batía en retirada. El Duque de Somerset, presuntamente, mató a uno de sus propios comandantes, Lord Wenlock, por su fatal falta de iniciativa o por posible traición. Algunos sostienen que Wenlock sobrevivió y que el bando real le dejó libre; Wenlock, antes de la rebelión de Warwick, había sido un capitán de gran prestigio leal a los York. Algunos huyeron a la cercana abadía de Tewkesbury, donde se cree que fueron perseguidos. Una de las bajas fue Eduardo, Príncipe de Gales, aunque si su muerte se produjo en batalla o fue ejecutado tras ella, no está claro. Se trata del único Príncipe de Gales fallecido en batalla. Poco después de haber finalizado la lucha, todos los comandantes del bando "lancasteriano", incluido Edmundo, fueron ejecutados, siendo la Reina Margarita y su nuera, Ana Neville, apresadas. Por su parte, el Rey Enrique VI, preso en la Torre de Londres, fue asesinado pocos días después.

¿Sabías qué es un “delfín?

 

El delfín de Francia es un título nobiliario francés empleado desde 1350 hasta 1830, que estaba reservado a los príncipes herederos del trono que fuesen hijos legítimos de monarcas reinantes.

Por extensión del término, la palabra delfín se utiliza actualmente para referirse al sucesor oficial u oficioso de un cargo.

En 1350, el conde Humberto II de Vienne, apremiado por sus deudas y sin herederos, vendió sus posesiones conocidas como “el Delfinado" al rey francés Felipe VI con la única condición de que fueran los príncipes herederos franceses quienes llevaran la corona de delfín. El termino delfín proviene de un antepasado de Humberto, Guy VIII que tenía en su escudo de armas un delfín y por este motivo había sido apodado “le Dauphin”.

Para ser delfín no bastaba con ser el heredero al trono, era necesario ser descendiente directo del rey reinante en ese momento. Hubo pues en Francia algunos reyes que nunca fueron delfines como por ejemplo Francisco I, que era primo de su predecesor Luis XII. Además, el título se confería automáticamente al primer hijo varón nacido de un rey, es decir, se era Delfín desde que se nacía, a diferencia del título de Príncipe de Gales o Príncipe de Asturias que lo otorga el rey mediante acto formal; de tal forma que mientras que no exista este acto formal de proclamación, el heredero no puede ostentar este título.

 

El primer Príncipe francés conocido como Delfín de Francia fue Juan II, que sucede en el trono a Felipe VI de Francia. El último fue el Duque de Angulema, hijo de Carlos X, que renuncia al título en 1830 en favor de Enrique de Artois.

¿Sabías qué rey Francés se enamoró a los 12 años de una mujer 20 años mayor que él?

 

Era Enrique II rey de Francia 1519-1559. Con apenas 12 años se enamoró profundamente de Diana de Poitiers, una bella mujer 20 años mayor que él, y su relación continuó hasta la muerte del rey a los 40 años. Diana tenía 60 en ese momento.

Enrique II era hijo de Francisco I de Francia. A la temprana edad de 7 años fue enviado junto con su hermano mayor Francisco, el delfín en ese momento, como rehén a España cumpliendo con los acuerdos del tratado de Madrid y como garantía para la liberación de su padre Francisco I hecho prisionero por el emperador Carlos V en la batalla de Pavía. Acompañado por su abuela Luisa de Saboya, los dos niños iniciaron su viaje a España. En el séquito de Luisa, viajaba la joven  dama de compañía Diana de Poitiers. Ella mostró gran ternura por el joven Enrique y conmovida por su difícil situación, le besó en la frente en su despedida. Este beso sería recordado por siempre por Enrique.

El cautiverio duró cuatro años. Una semana después de su regreso a Francia, Francisco I ratifica la paz con España casándose con Leonor de Austria, hermana del emperador. Los jóvenes príncipes participan en el torneo que se celebra como parte de las fiestas de celebración del matrimonio. Era costumbre de la época designar a la dama a la que se quería rendir homenaje. Enrique se dirigió sin dudarlo hacia Diana y puso su lanza a sus pies. Enrique tenía 12 años y Diana 32. Bajo este ritual caballeresco se ocultaba una verdadera declaración de amor.

El cautiverio de Enrique en España afectó mucho a su carácter convirtiéndole en una persona taciturna y melancólica. Con el objetivo de vigilar al joven, Francisco designó a Diana para esta función. Diana era por esos momentos una joven viuda decidida a no volver a casarse y muy preocupada siempre por su aspecto físico. Ejercitaba continuamente su cuerpo y su mente. Se levantaba muy temprano y se bañaba con agua helada. Su alimentación era ligera y realizaba mucho ejercicio físico.

Su relación con Enrique en ese momento fue solamente platónica basada en el amor cortés.

A los 14 años, Enrique se casa con Catalina de Médici, familia del poderoso Papa Clemente VII. Parece que Diana trató con gran cariño a Catalina a su llegada a la corte y que incluso le animaba a visitar a su esposa con cierta asiduidad para que pudiera engendrar el ansiado heredero. Catalina sin embargo pronto se percata de la pasión que Diana suscita en su esposo pero no tiene más opción que aceptar la situación.

La muerte de Francisco I y la ascensión de Enrique al trono van a cambiar la situación de la pareja. A partir de ahora, Diana accede a ser la amante del rey. Como reflejo de su amor, Enrique adopta un monograma que entrelaza la inicial H de su nombre (Henri) y la D de Diana puestas de tal forma que se confundían con la C de Catalina. Enrique hizo instalar este monograma por todos sus castillos e hizo construir numerosas estatuas de la diosa Diana Cazadora en honor a su amante.

Diana consiguió ser la persona más influyente y poderosa del reino y además obtuvo el ducado de Valentinois y el castillo de Chenanceau que hizo su residencia.

En junio de 1559, se celebró en París el matrimonio de Isabel, hija de Enrique y Catalina, con Felipe II de España. En una justa celebrada con motivo de los esponsales, Enrique participa luciendo los colores de su amada Diana que por la época tenía ya 60 años de edad. El rey es herido gravemente y se teme lo peor. En su agonía, Catalina toma la revancha que ha estado esperando largo tiempo y prohibe a Diana el acceso al rey. La muerte de Enrique II pone fin a los días de gloria de Diana. Se apresura a devolver a Catalina las joyas y las posesiones que obtuvo de Enrique y se retira. Falleció a los 67 años.

 

¿Sabías qué rey de España fue un ludópata que perdió grandes sumas de dinero jugando a las cartas con sus cortesanos?

 

Fue Felipe III, hijo del gran Felipe II y de Ana de Austria. Su salud fue siempre muy delicada siendo el único hijo varón de Felipe III que logró sobrevivir para heredar el trono. Su apatía y desgana por reinar era manifiesta y en cuanto accedió al trono, delegó sus responsabilidades en su valido el duque de Lerma. Sus grandes aficiones eran la caza, la cría de caballos, la danza, la música y los juegos de naipes. Esta última afición desarrolló en el rey una gran dependencia que llegó incluso a ser una adicción grave (hoy en día sería considerado un ludópata). Todos estos trastornos y su débil salud estaban provocados por el alto grado de consanguinidad que había heredado de sus progenitores. Felipe II y Ana de Austria eran parientes muy cercanos. Ana era hija de Maximiliano II de Habsburgo, primo de Felipe, y de María de Austria, hermana a su vez de Felipe. Se casó  con una prima, Margarita de Austria Estiria y fueron los padres de Carlos el Hechizado, último rey de la dinastía de los Habsburgo que reinó en España. Carlos, muy afectado por la endogamia familiar ,murió sin descendencia.

¿Sabías qué rey de Inglaterra fue un hijo ilegítimo, vivió durante su infancia prácticamente escondido y huyendo y además, no hablaba inglés?

 

Era Guillermo duque de Normandía, mas tarde conocido como Guillermo el Conquistador. Era hijo ilegítimo de Roberto el Diablo  titular del ducado de Normandía. Cuando su padre se marchó en peregrinación a Tierra Santa, hizo que todos sus vasallos jurasen fidelidad al heredero ante la perspectiva (bastante habitual en esa época) de no poder regresar con vida.  La preocupación de Roberto se cumplió y este falleció en el camino de regreso dejando como heredero un hijo ilegítimo de aproximadamente diez años.

 

A pesar de que los barones normandos había jurado a Guillermo como heredero y que romper este juramento sobre reliquias sagradas implicaba la condenación eterna para el que lo hiciese, un gran número de señores estuvo dispuesto a correr ese riesgo ante la perspectiva de obtener más poder y riquezas, pues la ambición de poder, es a veces mucho más fuerte que cualquier amenaza de castigo divino. Pensaron quizá, que posteriormente podrían espiar sus culpas con penitencia y que de momento, no había nadie con fuerza suficiente para pararles los pies.

Esta situación hizo que Guillermo fuera mantenido prácticamente escondido huyendo de un sitio a otro para que no fuera localizado por los barones rebeldes cuyo objetivo era hacerlo desaparecer. Para ello, contó con el apoyo del rey Enrique I de Francia que le debía varios favores a su padre. En una ocasión, uno de sus protectores fue asesinado en la misma habitación en la que el joven duque dormía escapando él por poco. En otra ocasión, hubo de ser ocultado en casa de unos campesinos para evitar su captura.

Toda esta situación forjó su personalidad. Guillermo se convirtió en un joven vigoroso, robusto y con grandes aptitudes militares. Era bastante alto para la época (se dice que medía 1,78 cm) y según los cronistas de su tiempo, extremadamente fuerte. Así, siendo aún adolescente, entró en campaña contra los señores rebeldes y con la ayuda de Enrique I de Francia consiguió afianzar su posición como duque de Normandía.

Con el paso del tiempo, Normandía se convirtió en una gran potencia que amenazaba incluso al propio rey de Francia pues Guillermo era  un vasallo mucho mas poderoso que su rey. Este poder se incrementó más con el matrimonio de Guillermo con Matilde de Flandes gracias al cuál, consiguió un poderoso aliado, el vecino condado de Flandes. Seguro que con el paso del tiempo, Enrique I de Francia lamentó  profundamente haber ayudado al pequeño heredero normando que ahora se había convertido en un poderoso señor.

Mientras tanto, en Inglaterra había fallecido Eduardo el Confesor sin dejar descendencia y parece ser que durante una visita de Guillermo a Inglaterra en 1051, Eduardo le había nombrado su heredero pues Guillermo era descendiente de Ricardo II de Normandía tío de Eduardo. Sin embargo, en su lecho de muerte, nombra como sucesor al noble inglés Harold Goodwinson. Los ingleses, ante la perspectiva nada deseada de tener un rey francés, deciden apoyar a Harold en contra de Guillermo y rápidamente es coronado rey de Inglaterra. Guillermo entonces, en defensa de lo que él creía que era suyo, organiza un gran ejército y planea la invasión de Inglaterra. El 14 de octubre de 1066, en la batalla de Hastings, Haroldo es derrotado por las tropas de Guillermo de Normandía. El rey fallece en la batalla y una dinastía francesa comienza a reinar en Inglaterra.

 

Fuentes: “la formación de Inglaterra” Isaac Asimov,  internet y wikipedia.

¿Sabías qué Agnès Sorel es considerada la primera amante real reconocida de manera oficial por un rey?

 

Agnès fue la favorita del rey Carlos VII de Francia y la primera en ser reconocida oficialmente como “la amante del rey”. Sorel tenía 20 años de edad cuando fue presentada al rey Carlos. Entró a formar parte del séquito de damas de compañía de la reina María de Anjou, esposa de Carlos, y poco después se convirtió en su amante. Sorel era culta e inteligente a la vez que extremadamente hermosa. Se dice que cuando Carlos la vio exclamó: “Creo haber visto un ángel”.

Tenía una gran influencia sobre el monarca y esto, unido a su su forma de vestir un poco provocativa para la época, le granjearon numerosos enemigos en la corte.

Tuvo un total de tres hijas con Carlos. Cuando estaba embarazada de su cuarto hijo, Agnès decidió viajar a Normandía para acompañar a Carlos que se encontraba en plena campaña contra los ingleses. En el camino enfermó, y después de dar a luz, murió. Se ha especulado mucho con la posibilidad de que hubiera sido envenenada por el delfín Luis, hijo de Carlos y María, quien la odiaba profundamente, pero esto no se ha podido confirmar.

¿Sabías qué a Lady Jane Grey se la conoce por "la reina de los nueve días"?

 

Lady Jane Grey fue elegida reina de Inglaterra en 1553 y su reinado duró solamente nueve días. Fue la segunda mujer en acceder al trono inglés, después de la reina Matilde de Inglaterra. Pese a su corta edad, se la considera una de las mujeres más cultas de la corte inglesa de su tiempo. Nieta de María Tudor, duquesa de Suffolk y reina de Francia, bisnieta de Enrique VII. Sobrina nieta de Enrique VIII y sobrina segunda de sus hijos, María, Isabel y Eduardo.

A la muerte de Eduardo VI, hijo de Enrique VIII, se planteó el problema de la sucesión al trono de Inglaterra. Lo más lógico es que la corona recayera sobre María Tudor, hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón. Pero María era fervientemente católica y los Lores protestantes no querían su ascenso al trono. La solución encontrada por los protestantes fue Lady Jane Grey, ella era descendiente de Enrique VII por lo que tenía opción a la corona. 

Según algunas fuentes, Lady Jane nunca quiso ser coronada reina, fue la familia de su marido, y en concreto su suegro John Dudley duque de Northumberland, los que la obligaron a ello. A los nueve días de su coronación, la reina fue derrocada por María Tudor que accedió al trono como María I.

La revolución protestante posterior que se produjo cuando la reina María anunció su matrimonio con Felipe II de España selló su destino. Fue ejecutada en la Torre de Londres a los 16 años de edad.

Juana de Kent, la bella condesa que se casó por amor

 

Retrato de Juana de Kent, esposa de Eduardo el príncipe Negro. Juana fue una de las mujeres más bellas de su época. Creció al lado de su primo Eduardo y este estuvo siempre profundamente enamorado de ella. A los catorce años, Juana se casa en secreto con Thomas Holland mientras vivía en casa de los Condes de Salisbury, en contra de las voluntad de estos que querían casarla con su hijo Willian. Thomas parte a la guerra a Francia y al cabo de un tiempo sin noticias suyas, Juana termina casándose con Willian aunque algunos afirman que fue obligada a ello. Después de participar en la batalla de Crecy, Thomas vuelve a Inglaterra y reclama a Juana como su esposa. Es finalmente el Papa el que tiene que mediar en la disputa entre Thomas y Willian anulando el matrimonio de este último y devolviendo a Juana a Thomas. Viuda de Thomas a lo 32 años de edad, comienza a ser cortejada por Eduardo que nunca la había dejado de amar y que no se había casado hasta el momento. Finalmente se casa con ella a pesar de las oposiciones tanto de su familia como del arzobispo de Canterbury.

Haroldo último rey anglosajón

¿Sabías cuáles han sido los dos únicos reyes de Inglaterra que murieron en combate?

 

Fueron Haroldo II, último rey anglosajón quien murió en la Batalla de Hastings el 14 de octubre de1066 luchando contra Guillermo el Conquistador duque de Normandía. Se cree que murió al ser alcanzado por una flecha. Y Ricardo III, último rey Plantagenet que murió en la batalla de Bosworth el 22 de agosto de 1485 en contra del pretendiente Enrique Tudor. Según el análisis de los restos del rey, probablemente murió de sucesivos golpes en la cabeza lo que sugiere que no llevaba ninguna protección como un caso y corroboraría los informes de la época que señalaban que el rey portaba su corona en el campo de batalla.

Diez frases famosas atribuidas o pronunciadas por personajes históricos.

 

1- Alea jacta est (la suerte está echada): Julio César antes de cruzar el río Rubicón.

 

2- París bien vale una misa: Enrique IV de Borbón pretendiente hugonote al trono de Francia que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar.

 

3- Mi reino por un caballo: Ricardo III en la batalla de Bosworth antes de morir en combate.

 

4- Si avanzo síganme, si retrocedo dispárenme: Hernán Cortés conquistador español.

 

5- Conquistar el mundo montado a caballo es fácil, es desmontar y gobernar lo que es difícil: Genghis Khan caudillo mongol.

 

6- Señor, le ruego que me perdone (después de pisar al verdugo al subir al cadalso): María Antonieta reina de Francia ejecutada en la guillotina

 

7- Hablo en italiano con los embajadores; en francés con las mujeres, en alemán con los soldados, en inglés con los caballos y en español con Dios. Carlos I rey de España y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.

 

8- Roma no paga traidores: Escipión cónsul romano a los traidores que asesinaron a Viriato.

 

9- ¿No habrá nadie capaz de librarme de este cura turbulento?: Enrique II rey de Inglaterra antes del asesinato de Tomás Becket

 

10- La batalla más difícil la tengo todos los días conmigo mismo: Napoleón Bonaparte.

En septiembre de 1589, James VI de Escocia esperó ansiosamente noticias de su prometida, Ana de Dinamarca, que había zarpado a través del Mar del Norte varias semanas antes. Finalmente, le llegó noticia de que una terrible tormenta había azotado la flota de Anne y muchas vidas se habían perdido. En una muestra inusual de valentía, James decidió navegar a través de los mares traicioneros y recoger a su nueva novia en persona. Pero otra tempestad azotó su navío, y se vio obligado a retirarse a las costas escocesas. Con el tiempo llegó a Oslo y la pareja se casó formalmente.

 

El episodio tendría un profundo efecto sobre el rey de los escoceses. Dinamarca fue uno de los países donde la caza de brujas fue mas intensa, y durante su estancia, escuchó susurros que las tormentas que se habían  producido habían sido el resultado de una conspiración brujería que se había dirigido a nada menos que el asesinato del rey y su novia. A partir de ese momento, James se dedicó con un gran fervor a la caza de brujas que causaría terror por todo su reino.

 

A su regreso a Escocia, James implicó a setenta de sus súbditos por sospechas de embrujar a su flota y a la de su nueva esposa. Él, personalmente supervisó el interrogatorio de muchos de los sospechosos, entre ellos el cabecilla - una "mujer sabia" llamada Agnes Sampson. Se dice que James  experimentó 'gran placer' en su tortura, pero que quedó profundamente consternado cuando de repente, la mujer le hizo una seña. A continuación, le susurró algo al oído que le hizo quedar tan blanco como el papel. Se supo que ella había repetido las mismas palabras que se habían dicho James y Anne en su noche de bodas - palabras que ninguna otra alma mortal podría haber conocido. Si James necesitaba más pruebas de que las brujas existían, esto fue todo. Envió a Agnes directamente a las llamas.

 

James I and Witchcraft

by Tracy Borman

 

 

 

 

 

Los diez nombres que indicamos a continuación eran utilizados en la época medieval en Inglaterra:

 

1-   Scolástica

2-   Petronilla

3-   Gunnora

4-   Dyonisia

5-   Felicia

6-   Wymarka

7-   Isolda

8-   Leticia

9-   Diamanda

10- Sabine

El 25 de enero de 2015 se cumplen 500 años de la coronación del rey Francisco I en Reims. Francisco I fue el rey mas emblemático del Renacimiento francés. Dejó un gran legado en la cultura y literatura de Francia. Fue el constructor del fantástico castillo de Chambord así como el gran mecenas de Leonardo da Vinci

¿Sabías que en 2015 se cumplen 600 años de la famosa batalla de Agincourt que tuvo lugar en localidad francesa del mismo nombre?

Esta batalla formó parte de conflicto bélico llamado la Guerra de los Cien Años que enfrentó a Inglaterra y Francia

 

¿Sabías qué los cuatro reyes de la baraja de naipes están relacionados con un personaje famoso de la historia?

 

Espadas: Rey David

Tréboles: Alejandro Magno

Corazones: Carlomagno

Diamantes: Julio César

 

 
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