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Volterra y el mineral de Alumbre.

Volterra es una ciudad situada en la actual Italia, que desde siempre ha sido considerada la capital minera de la región de la Toscana. En esta zona se explotaba principalmente plata, cobre, plomo, azufre, sales diversas y sobre todo mineral de alumbre.

 

El alumbre era un mineral muy demandado en el siglo XV que se utilizaba en la manufactura de vidrios y curtidos, y en la fabricación de tintes. Hasta mediados de ese siglo, los genoveses lo importaban del golfo de Esmirna pero los turcos cortaron el suministro, con lo que se volvió un material muy deseado. En 1462 se descubrió una mina de este mineral en los estados de la Iglesia y el problema se solucionó en parte.

 

Volterra era una ciudad estado dotada de una administración autónoma en manos de ocho priores que se hallaba unida a Florencia por un tratado que se remontaba a 1361. Debido a esto, Volterra pagaba un tributo anual a Florencia, pero trataba de mantener su autonomía y sus libertades. La ciudad ostentaba los derechos sobre su subsuelo lo cual significaba que podía arrendarlo a quien quisiera, obteniendo con ello considerables ingresos que la hacían especialmente atractiva y deseable para Florencia.

 

El 22 de agosto de 1470, el gobierno de la ciudad concedió a Benuccio Capacci la concesión sobre una nueva mina recientemente descubierta, para extraer durante cinco años todo el mineral que pudieran encontrar. El precio de la concesión fue irrisorio, 50 libras durante los dos primeros años y 100 libras los años siguientes. Más tarde, se conoció quiénes eran los socios de Capacci y se descubrió que uno de ellos era un testaferro de Lorenzo de Médici, a la sazón gobernante absoluto de la república de Florencia. El resto: amigos leales al Médici. También se supo que el terreno objeto de la concesión contenía una de las minas más importantes de alumbre de la época lo cual la hacía especialmente valiosa.

 

El rumor de la riqueza de este nuevo yacimiento se extendió rápidamente como la pólvora y despertó el más que justificado enfado del nuevo gobierno de la ciudad que no era tan partidario de Florencia y los Médici. Se estimó que la cantidad del arriendo era muy baja y se aumentó hasta 4.000 libras. Pero poco después los mismos dirigentes pensaron que esta nueva oferta era también demasiado modesta, por lo que cortaron por lo sano y decidieron rescindir unilateralmente el contrato, invadiendo y apoderándose de la mina.

 

 

Los volterranos creían firmemente estar en su derecho al apropiarse de la mina, pero sabían que su decisión iba a perjudicar económicamente a Lorenzo de Médici. Para intentar justificarse y tratar de llegar a un acuerdo, se envió una embajada a Florencia cuyo esfuerzo fue totalmente inútil. Aunque en un primer momento la embajada volvió con la promesa del pago de un nuevo cánon  por parte de Lorenzo (no se sabe si los convencieron o los sobornaron), finalmente el pueblo de Volterra no aceptó la imposición del Médici, no quedándoles más remedio que prepararse para la guerra. En esta decisión no solo pesaba el tema de la mina de alumbre desde en punto de vista económico. Los volterranos consideraban la actitud de Lorenzo de Médici y de Florencia, como una afrenta a su soberanía y a su independencia. 

 

Se trataba de un enfrentamiento entre David (Volterra) y Goliat (Florencia) pero en este caso, la suerte no estaba del lado de los débiles sino del lado de los ricos, en este caso los florentinos.

Lorenzo de Médici contrató al gran condotiero Federico de Montefeltro. La resistencia de la ciudad de Volterra no duró ni tan siquiera un mes. Como era de esperar, tras la rendición de la ciudad llegó el saqueo y el pillaje. Nada quedó a salvo. Se cometieron todos los horrores y abusos habituales en estas circunstancias. Lorenzo, al conocer la noticia, ni siquiera se inmutó. Su deseo era dar el máximo escarmiento a la ciudad de Volterra y este era el método habitual para hacerlo. Finalmente había conseguido todo lo que quería: la concesión plena de la explotación de la mina de alumbre y la incorporación defintiva de Volterra al Estado Toscano.

 

 

Fuente: Lorenzo el Magnífico. Ivan Cloulas. Editorial Vergara

              Breve historia de los Médici. Eladio Romero García.

 
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